%20(1).png)
Muchas veces las madres y padres se preguntan ¿por qué mi hijo logra portarse bien en la escuela y en casa es puro berrinche? La respuesta es porque en la escuela los niños y niñas saben qué esperar y qué se espera de ellos. Es por esto que las rutinas y las reglas ayudan a estructurar y hacen que la vida escolar sea más predecible. Estas rutinas y reglas también las podemos poner en práctica en casa.
La rutina ayuda a las familias: los niños se sienten seguros porque saben qué deben esperar, mientras que los cuidadores se sienten confiados porque saben cómo responder, por eso es muy importante convertir el hogar en un lugar constante (las consecuencias son las mismas) y predecible (saber que va a ocurrir).
¿Cuáles son pasos para crear rutinas y reglas?
En cuanto a las rutinas:
Definir cuáles son las actividades diarias importantes y decidir cómo se van a distribuir a lo largo del tiempo.
La rutina no debe ser extremadamente rígida y se puede definir por bloques: momentos de tareas, de descanso, de juego, de orden, etc.
Tener en cuenta que la rutina sea funcional para todos los integrantes de la familia.
En cuanto a las reglas:
Evitar las generalidades como “portate bien y vas a tener un regalo”, es mejor ser lo más claro y concreto posible “si tenes una buena actitud y hacemos bien la tarea de matemáticas cuando terminemos podés elegir un juego para divertirnos juntos”.
Comenzar con una o dos reglas, elijan aquellas conductas más importantes, ya que es muy difícil seguir y aplicar una gran cantidad de reglas.
Las reglas deben ser realistas y adecuadas a la edad y el desarrollo de los niños y posibles de ser sostenidas por los adultos.
Explicar las rutinas y las reglas:
Es importante tomarse el tiempo para que los niños y niñas sepan lo que se espera que hagan y cuándo deben hacerlo.
Se puede utilizar una agenda visual familiar en un lugar común de la casa o una agenda para los niños en su habitación que los ayude a recordar las reglas establecidas.
Todos los integrantes deben poder cumplirlas.
Usar consecuencias:
Es muy importante el reconocimiento y el elogio hacia los integrantes que están pudiendo seguir las rutinas y las reglas, porque eso les hace saber que le están prestando atención y que no da lo mismo hacer las cosas bien o mal.
Si bien ante el incumplimiento se pueden utilizar el castigo, en la crianza positiva preferimos utilizar el reforzamiento negativo. Si es la hora de bañarse y nuestro niño o niña hace un berrinche para dilatar la situación y seguir viendo un video en la Tablet, nos acercamos, nos ponemos a su altura y le explicamos “estas enojado porque queres seguir viendo videos pero es hora de bañarse, lo vas a parar, te vas a bañar y cuando salgas poder ver videos durante 20 minutos más”. En este ejemplo, en vez de castigar la mala conducta orientamos para que tenga la opción de ser recompensado por tener una buena actitud.
Las consecuencias por no seguir la rutina o desobedecer las reglas deben ser claras tanto para los padres como para los hijos y deben aplicarse de inmediato, por ejemplo: “hasta que no terminen las actividades de la escuela, no podemos ir a la plaza”.
Dos consejos más…
1. Dar opciones: siempre que sea posible demos opciones a nuestros niños y niñas. Pregunte: “¿Querés A o B?”. (“¿Queres la remera roja o la verde; la manzana o la banana; este cuento o este otro?”). Si necesitamos que hagan dos cosas (bañarse y cepillarse los dientes) que elija cuál va a hacer primero. Que los pequeños puedan ser parte de las decisiones los ayuda a ser mas independientes, sentirse escuchados y que haya menos oposición.
2. Establecer distintas horas para que se levanten en la mañana: si hay más de un hijo, despertá a los niños que necesitan más ayuda primero y mas tarde a los que requieren menos ayuda. Además, todo aquello que pueda dejarse preparado la noche anterior ayudará a que las mañanas sean más simples.
Para recordar:
Los adultos a cargo deben ser constantes con la rutina y las reglas.
Si bien las reglas deben cumplirse con sistematicidad, las rutinas deben tener algo de flexibilidad. Si cambia una rutina, hay que informarla y dar una anticipo o advertencia cuando haya que hacer una actividad que no es habitual como por ejemplo una visita médica.
No hay que olvidar las consecuencias: los elogios cuando se hace bien las cosas y el refuerzo negativo cuando se intenten transgredirlas.
コメント